XXIX SEMINARIO INTERNACIONAL
LOS PARTIDOS Y UNA NUEVA SOCIEDAD
25, 26 Y 27 DE SEPTIEMBRE DE 2025.
TEMA 1. MULTIPOLARIDAD Y LA REDEFINICIÓN DE UN NUEVO ORDEN MUNDIAL
La Multipolaridad en el contexto de hoy.
La multipolaridad es sin dudas un proceso que avanza en nuestra región y representa un “veneno” para el autoritarismo, porque su construcción y defensa está directamente ligada a valores democráticos y progresistas que tengan como centro a los pueblos.
El término multipolaridad, su concepción, que es inherente a la izquierda y el progresismo, en los últimos tiempos está siendo asumido en el discurso de líderes y regímenes autoritarios con la clara intención de conquistar el espacio, las masas populares, los movimientos sociales,política e ideológicamente vulnerables, para construir y-o fortalecer sus proyectos nacionalistas, nacidos del conservadurismo, el neoliberalismo y el fascismo de derecha y ultraderecha.
Los protagonistas del mundo unipolar, dominado por los Estados Unidos de Norteamérica, se están adueñando del lenguaje de las izquierdas y de las fuerzas progresistas, vendiendo proyectos nacionalistas globales que, en la práctica y la realidad se van adueñando de la institucionalidad y hasta de la constitucionalidad, en sus respectivos países.
La redefinición de un nuevo orden mundial, que nosotros diríamos, la reorientación, porque en los hechos con el avance del multilateralismo, que a veces nos parece lento o debilitado, camina el nuevo orden mundial, por tanto, no se trata de redefinición sino de reorientación y afianzamiento como
negativa a las pretensiones de los promotores del autoritarismo y el fascismo disfrazado de nacionalismo.
Hay una alerta en este orden. El lenguaje confunde, el discurso confunde. Porque hablan de unidad en la diversidad, de justicia social, de seguridad ciudadana, dignidad, igualdad y equidad, dando la impresión de un lenguaje compartido entre derechas e izquierdas, entre visiones políticas e ideológicas, cuando la pura realidad es que su propósito de penetrar las mentes de las gentes, ir modificando su estado de conciencia, sobre todo con el uso de las tecnologías, especialmente ahora con la Inteligencia Artificial, pretendiendo crear nuevos modos de pensar bajo la modalidad del enmascaramiento. Así se van “robando” a las masas populares y sus espacios.
Estamos frente a una alerta y quizás no nos damos cuenta del fondo de esta situación. Lo que se procura es vender la idea, obviamente falsa, para disfrazar su ofensiva contra las democracias, victimizándose unas veces, imponiéndose, otras tantas veces.
Para avanzar con la multipolaridad en marcha, que analistas políticos la definen como la brújula que orienta la visión de la izquierda y la construcción de las relaciones internacionales, se debe retomar la narrativa del discurso y la acción, saber marcar las diferencias entre lo que representa el mundo unipolar impuesto y el mundo multipolar que se desarrolla, basado en los valores de la democracia, la justicia, el respeto mutuo, la súper vivencia, sobre todo de la soberanía de las naciones.
El multilateralismo tiene que abrazar la unidad en la diversidad, negar el colonialismo, el imperialismo, el intervencionismo, las invasiones, ocupaciones, los genocidios, golpes de Estado, magnicidios y propugnar por justicia, combatir el racismo, la intolerancia política, defender los valores universales de la democracia, los derechos humanos.
El contexto de hoy de la geopolítica, las amenazas y agresiones que se suceden hacia Latinoamérica y el Caribe llaman a un sistema multipolar justo de las relaciones internacionales. Tras este objetivo, no hay que negar espacios ni interlocutores. La izquierda puede encontrarse con la derecha en su diversidad política-ideológica, siempre que el respeto y el derecho prevalezca, por encima de las competencias acostumbradas en el marco de objetivos de la política exterior que suponen intereses nacionales y-o globales. Y, OJO, a veces hasta personales.
No se trata de un desafío multipolar a la unipolaridad estadounidense, tampoco de una multipolaridad imperialista, se trata de una multipolaridad alternativa a la unipolaridad existente o pretendida.
Esta multipolaridad debe sustentarse en opciones claras en su quehacer en todos los campos de la dinámica nacional, regional, continental y global, respectivamente.
De este modo, podremos hablar del nuevo orden mundial en curso.
Por: Martha Pérez
Secretaria de Relaciones Internacionales.
Organización Popular, Democrática y Revolucionaria.



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