65 Aniversario de la gesta de junio, 1959: La victoria de los caídos.
La gesta heroica del 14 y 20 de junio de 1959 cumple ya 65 años y parece que fue ayer cuando, en la tarde del domingo 14, un avión DC-4, con insignias de la Fuerza Aérea Dominicana aterrizó en el aeropuerto de Constanza con 54 expedicionarios internacionalistas. El objetivo del intento fue comenzar la lucha guerrillera que debía culminar con el derrocamiento de la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo y permitir la restauración de la democracia en el país.
El primer grupo de expedicionarios salidos de Cuba por la zona de Cienaguilla, en la Sierra Maestra, se dividió en dos, para eludir la persecución del ejército trujillista. El primer destacamento de 33 hombres, estaba bajo el mando del dominicano Enrique Jiménez Moya, quien había alcanzado los grados de capitán en el Ejército Rebelde, y el otro, de 30 hombres, del comandante cubano Delio Gómez Ochoa, asesor militar de la expedición. Esta parte inicial del plan se cumplió, sin mayores contratiempos.
Con lamentable retraso, con respecto al desembarco aéreo, el 20 de junio se producen los desembarcos de las tropas que viajaron a bordo de los yates Carmen Elsa y Tínima. En el primer caso, el desembarco se efectuó por Maimón y constó de 96 expedicionarios bajo el mando de José Horacio Rodríguez. En el segundo caso, se desembarcó por Estero Hondo, tocando tierra 48 expedicionarios bajo el mando de José Antonio Campos Navarro.
Desde el mismo 14 de junio comenzó la persecución de los expedicionarios, en total, 198 hombres de 7 países, la que se recrudeció tras los desembarcos navales, de los cuales ya estaba sobreaviso Trujillo. Contra los revolucionarios se utilizaron fuerzas del ejército, la aviación, la marina y destacamentos de campesinos al servicio del dictador.
Pocos expedicionarios murieron en combate. Las bajas trujillistas, muy numerosas, siempre fueron ocultadas. La mayoría de los internacionalistas se rindió o cayó prisionera, siendo luego torturados y asesinados. El 11 de julio fueron capturados los cubanos Delio Gómez Ochoa, Frank López y Pablito Mirabal, quienes habían logrado eludir a sus enemigos por cerca de un mes. Dos expedicionarios desembarcados por Maimón, el norteamericano Larry Bivins y el español Francisco Álvarez lograron sobrevivir de forma aislada, hasta tres meses después del desembarco, siendo finalmente asesinados.
Desde el punto de vista militar, los desembarcos de junio de 1959 fueron una derrota, aunque pusieron de relieve las debilidades del régimen y la escasa disposición y moral combativa de muchos de sus soldados y oficiales. Desde el punto de vista moral, aquella gesta y la inmolación de sus protagonistas, fue un aldabonazo sobre la conciencia de los dominicanos, activando a grupos de jóvenes y de población, en general, que continuaron la lucha contra el régimen, enarbolando las banderas del 14 de junio.
Dos años después sería ajusticiado el tirano y aunque de inmediato no se desmanteló su régimen, los acontecimientos se fueron concatenando hasta que la democracia, aunque imperfecta hasta el presente, se instauró en República Dominicana.
Esta es también una victoria, la victoria de los caídos, como se titula un libro de memorias sobre estos hechos, escrito por el comandante Delio Gómez Ochoa, único sobreviviente de aquellos sucesos, quien pronto cumplirá 95 años y ha querido compartir este momento de reflexión y homenaje con el pueblo dominicano, su segunda patria, entregando a los lectores un nuevo libro: “La suerte de sobrevivir”.