Miguel Mejía expresó que «mientras el presidente designe al Procurador no se puede hablar de independencia»
El dirigente de izquierda y presidente del Movimiento Izquierda Unida (MIU), Miguel Mejía, propuso que se haga una consulta popular para que la ciudadanía sea la que decida si prefiere que se reforme la Constitución para quitarle al presidente de la República la potestad de escoger al procurador general de la República.
“Esa figura que es el referendo, que ya está aprobado, pero no tiene una base de sustentación jurídica, vamos habilitar eso para que sea el pueblo mediante un referendo el que diga lo que quiere y lo que no quiere, es lo más democrático; y hay decisiones que son correctas, pero deben completarse, independientemente de quien tenga la mayoría en el Congreso, creo que debe producirse un consenso, con la sociedad dominicana, que facilite el proceso”, consideró Mejía.
Valoró la decisión del presidente Luis Abinader de designar una persona en la Procuraduría General de la República sin vínculos políticos con los partidos.
Sin embargo, Mejía expuso que esa propuesta está inconclusa porque necesita un marco legal para darle consistencia en el tiempo.
“A eso le hace falta una base de sustentación jurídica y constitucional, porque mientras el presidente designe al Procurador no se puede hablar de independencia, y creo que eso debe acompañarlo con una ley que pueda darle la independencia, donde el Ejecutivo no tenga que firmar el decreto designando al procurador general de la República; la intención es buena, la decisión ha sido correcta y la escogencia también”, expresó durante la entrevista especial de elCaribe y CDN.
Planteó que una muestra de la credibilidad de la independencia de la Procuraduría es que en el tiempo que lleva en el gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), hay acusaciones contra funcionarios de la gestión de Abinader“.
Cada país tiene su realidad, en Perú eso se ha convertido en un problema, pero esa es una cultura política peruana, que es distinto a lo que ocurre en República Dominicana”, comentó sobre experiencias negativas de otros países en la lucha contra la corrupción.
«La independencia de la justicia es un proceso largo»
De su lado, el periodista y escritor, Ignacio Ramonet, consideró que lograr la independencia de la justicia es un proceso largo que encuentra muchos problemas en el camino.
“La independencia de la justicia es uno de los desafíos de la democracia; la independencia de la justicia no es algo que se logre fácil, ni en poco tiempo, porque cuando se pasa de un sistema autoritario a un sistema democrático, es muy difícil crear una cultura de la independencia judicial, es casi impensable”, afirmó.
Puso como ejemplo los casos de Argentina y Brasil. “Miren el caso de Argentina, es correcto que se le pida explicaciones a un gobernante, por casos posibles de corrupción, o que un avión extranjero llegó con pasajeros venezolanos e iraní, pero lo que pasa es que la gente no lo cree, porque la justicia está muy politizada”, afirmó.
Ramonet sostuvo que situaciones como esas también se presentan en España donde el poder judicial toma decisiones en función de la ideología política no en función del derecho.
“Eso solo el tiempo lo aporta, solo una verdadera disciplina y exigencia, pero con el tiempo, desgraciadamente eso no se obtiene de la noche a la mañana”, comentó sobre la independencia judicial.
DESCARTA GOBIERNO DE IZQUIERDA RD
Miguel Mejía descartó la posibilidad de que en el país pueda surgir un gobierno de izquierda por el momento, debido a que no hay un liderazgo con arraigo popular y aglutinador que lo permita como ha ocurrido en otros países como Chile y Colombia. Sin embargo, afirmó que la izquierda ha ido ganando espacio en el país.
“No hay un liderazgo que permita en el corto plazo el ascenso al poder de la izquierda como tal, pero la izquierda ha ido ganando espacios importantes”, aseguró Mejía.
De su lado, Ignacio Ramonet dijo que en América Latina, cada gobierno de izquierda que está llegando al poder tiene su propia identidad y línea de trabajo. “No se mezcla forzosamente con una alianza general de todas las izquierdas, en todas las izquierdas latinoamericanas hay una solidaridad a la carta, y no estamos ante un conjunto cohesionado, cada uno tiene su vida”, reflexionó.
Dijo que tanto la sociedad como el gobierno aprenden de las lecciones. Se quejó de que a veces se le exige a la izquierda que resuelva problemas que llevan muchísimos años.
“Tampoco se le puede pedir a Petro (Gustavo), de la noche a la mañana, que arregle todos los problemas, el 25 de este mes hay una inmensa manifestación en contra de Petro, y no tiene ni dos meses gobernando”, observó.
Ramonet insistió que a los gobiernos de izquierda se les exige resolver problemas en menos de un mes que lleva gobernando. “A veces en América Latina se le exige mucho más a la izquierda cuando llega al poder que a la derecha, porque se considera que la derecha es la propietaria de los países”, dijo.
Sostuvo otro caso es el de Gabriel Boric, en Chile, y que el referendo no es una derrota a su gobierno sino al de Sebastián Piñera. “En Colombia, es la primera vez que la izquierda llega al poder desde su independencia en el 1820, y no es normal que en un país, una corriente política establecida, tenía como un techo de vidrio, no se podía”, sostuvo.
“AHORA ES AL REVÉS, REPETIR MUCHO ALGO, ES MENTIRA”
Ignacio Ramonet al reflexionar sobre el impacto de las redes sociales en la construcción de la opinión pública, dijo que lo dominante es la duda epistémica, no la duda metódica como un ejercicio intelectual para llegar a un resultado.
“Es la era del conspiracionismo, durante mucho tiempo dijimos, este sistema no funciona porque era una en base a la teoría de Joseph Goebbels, que una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad; ahora es al revés, una verdad repetida mil veces se convierte en mentira, porque repetir algo tantas veces, el hecho de repetir la narrativa del hecho, harta a la gente, y la gente tiene una contranarrativa”, reflexionó.
Explicó que ya no se cree en los hechos, porque cada quien impone su verdad y predomina lo emocional. “La extrema derecha se impone por todas partes porque su narrativa no descansa en hechos, descansa en emociones”, concluyó.