La mentira y sus usos nocivos (2 de 2)
Por: Ramón Antonio Veras.
1.- El mentiroso, porque tiene que buscar la forma de llegarle a las personas que quiere que le sirvan de portavoz, se desdobla: unas veces se presenta arisco e insociable; otras, sociable y totalmente afable, dependiendo del ambiente donde busca arruinar a su víctima, dejando caer inventivas para desbaratarla moral y personalmente.
2.- La sinuosidad del mentiroso se revela en su forma de penetración antes de lanzar su mentira. Primero analiza el ambiente y a los presentes; poco a poco va introduciéndose, y luego suelta las palabras con las cuales busca vilipendiar a quien quiere infamar.
3.- El mentiroso, en su glosario de palabras para dañar, no hace uso de la mentira químicamente pura, por lo que hay que tener cuidado con el componente que utiliza, que puede exhibirlo muy fino, con gran elegancia, aunque en el fondo siempre será su arma predilecta el cuento, la bola, el embuste, la falsedad, la patraña, el artificio y la fábula.
4.- Aquella persona a quien el mentiroso decide lesionar, puede decir que le ha caído encima la peor maldición cargada de villanía, calumnias, anatemas y ofensas. La bajeza hecha persona es lo que el mentiroso busca que se crea es su víctima.
5.- El mentiroso mancha reputaciones y para tal fin elabora una especie de libreto en el cual diseña su plan de acción enfocado en el descrédito bien diseminado; un amplio baldón que alcance totalmente al difamado; combina falsedades para penetrar con supuestos hechos de deshonor y deshonra, y cuando ha mancillado plenamente al infamado, entonces el engañoso respira hondo diciendo “misión cumplida”.
6.- El farsante jamás hace uso de la verdad, porque la considera su enemiga principal; sus aliados diabólicos son el infundio adornado; la patrañaexpuesta con elegancia aprendida; la malicia presentada con cara angelical; el descarodesarrollado con donaire para influir y dañar por completo; la hipocresía identificada como supuesta virtud; el fingimiento dibujado como algo habilidoso; la sutileza exhibida con grado de finura intelectual; la triquiñuela elevada a una gracia del espíritu. La camándula la tiene el mentiroso como medio de destrucción de honras escogidas.
7.- El que utiliza la mentira en forma habitual la tiene como algo muy especial de su vida. Con el transcurso del tiempo hace de ella su aliada incondicional, sin la cual cree no poder tener existencia; la convierte en un símbolo, le profesa veneración y le rinde homenaje. El mentirosoconsidera la mentira como aquello que le hace posible su estancia en el planeta tierra, porque está educado para mentir, instruido para dañar, adoctrinado para fastidiar, deshonrar y causar pesares a seres humanos de buenos sentimientos.
8.- Cualquier persona que quiera defenderse de las acciones malignas del mentiroso, es bueno que sepa que él puede ser identificado como malvado, embustero, perverso, engañoso, infame, protervo, malicioso, depravado, diabólico, embaucador, cuentista nefasto y enredador despreciable.
9.- El mentiroso, como disociador por excelencia, procura sembrar cizaña entre personas que se guardan afecto mutuo; él se la ingenia para convertir el cariño y la estima, en odio y antipatía; a los aliados los hace adversarios, donde impera la armonía, siembra la discordia. Él hace aflorar la discrepancia, la disensión, la rencilla y la desavenencia, allí donde reina la concordia y la comprensión.
10.- Con su arma venenosa, la mentira, el embustero, para desunir y crear conflictos entre amigos, socios y familiares, comienza lanzando especies que generan discrepancias, disconformidad y duda, con el objetivo de promover discusión, pugnas y rebatiñas, hasta llegar a la desunión. Allí donde existe acoplamiento y firme conexión, el mentiroso hace labor en procura de la desintegración, y donde hay alianza sincera, lucha por escindirla.
11.- Por su obstinación en la maldad, el mentiroso no tiene piedad con nadie. Puede considerarse desvalido aquel a quien escoge para descargar la perversidad que le caracteriza.
12.- El mentiroso en su accionar no se mantiene siempre igual; cambia conforme a su conveniencia; se presenta de diferentes maneras para no ser ubicado en sus actuaciones. Su versatilidad es una de las cualidades que permiten al mentiroso pasar desapercibido, hacerse el ingenuo porque así a su versión le da credibilidad.
13.- Ante el ataque artero del mentiroso, su víctima, alarmada por el infundio utilizado en su contra en forma sorpresiva, queda desarmada; el desaliento la domina; en su cabeza no cabe la infamia que el embustero ha puesto a circular. Reducir a la persona, hacerla sentir mal, es un objetivo del farsante que busca generar tristeza, angustia y pena, hasta llegar a la infelicidad.
14.- El mentiroso no tiene componte para su accionar malvado. Es implacable, no se detiene ante nada ni nadie; es inflexible, cruel e intolerante cuando se fija la idea de causarle daño a determinada persona; no conoce la benevolencia, producir tormento es su norte; la ofensa satisface al embustero.
15.- En su misión de hacer labor dañina, el que con la mentira deshonra, no distingue. Poco le importa injuriar al familiar, colega, camarada, conocido o vecino; a un niño o a un anciano, a un hombre o a una mujer. Su objetivo es propagar la invectiva hasta hundir a su víctima. Se comporta infatigable, dinámico mientras infecta y contagia con su habladuría.
16.- La cara de quien hace de la mentira una manifestación de conducta viciada, resulta de utilidad retenerla porque permite conocer, en parte, su forma de actuar; sus facciones, sus rasgos pueden descubrir su perfil malvado. La estampa, el porte del mentiroso, en un momento dado, lo delatan. (Este escrito fue extraído de la obra de mi autoría, “Mi parecer sobre la sociedad dominicana de hoy”, en el tomo I, páginas desde 155 hasta 161).
Santiago de los Caballeros,
19 de marzo de 2025.