Venezuela: Paz en Soberanía
En la conmemoración del 161 aniversario de la Restauración de la República, fecha histórica en que, conforme a lo establecido en nuestra Constitución se reúnen las dos cámaras del Congreso Nacional, de diputados y de senadores bajo nuestro sistema bicameral, y se constituyen en Asamblea Nacional para recibir el juramento del primer mandatario de la nación.
En este segundo cuatrenio del reelecto presidente Luis Abinader, se realizaron algunas innovaciones como la de llevar la ceremonia de su juramentación al Teatro Nacional, para recibir a Jefes de Estado y Gobierno de países hermanos, a representantes del cuerpo diplomático acreditado en el país e invitados especiales.
Esta ocasión y este escenario solemne tradicionalmente es para presentar una rendición de cuentas al país sobre las ejecutorias del gobierno y las perspectivas para la próxima gestión. Haber tocado el tema de la República Bolivariana de Venezuela fue un desatino total del presidente Abinader, habiendo tantos problemas en el mundo, tantas crisis que afectan a la humanidad, para inmiscuirse en un asunto tan propio de Venezuela que conforme a su autodeterminación sólo corresponde a este hermano país. Invocando institucionalidad y constitucionalidad, en nombre de éstas se refiere a un asunto interno de esa nación, cuya institucionalidad parece desconocer.
El presidente nunca ha debido tomar partido, de manera injerencista, contra esa nación, generando un punto oscuro en su política exterior y en la historia diplomática de la República Dominicana. Vergonzosamente para todos los dominicanos se produjo una ruptura de las relaciones entre ambos países, y decimos que vergonzosamente, porque en esa ruptura aparecemos junto a un gobernante como Javier Milei, de Argentina y Gabriel Boric, de Chile, entre otros cuatro de sus iguales, descalificados por sus políticas anti democráticas, injerencistas e intervencionistas.
Desde nuestro Movimiento Izquierda Unida, condenamos esa injerencia que no expresa el sentir del pueblo dominicano.
La República Bolivariana de Venezuela ha demostrado y demuestra que quiere paz en soberanía.
Agosto 16, de 2024.