Melissa y la AGNU iban por Cuba
En los mismos dos días, 28 y 29 de octubre, el pueblo de Cuba se enfrentaba a dos eventos que podrían, en su distinta naturaleza, complicar aún más la crítica situación material, económica, financiera, energética, sanitaria, que vive su población, como consecuencia del inhumano bloqueo a que ha sido sometida durante más de seis décadas por los Estados Unidos. Un fenómeno climático y la trigésimo tercera votación desde 1992 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Resolución para levantar el bloqueo contra la nación caribeña, iban por Cuba, generando grandes expectativas.
La tormenta tropical Melissa convertida en huracán a su dilatada salida del territorio dominicano se dirigió hacia Jamaica, Haití y Cuba, tocando a este último el pasado miércoles 29, atrayendo por sí toda la atención en la Isla y del resto del mundo sobre el anhelado resultado de la votación en la Asamblea de la ONU, de la cual, unos esperaban el voto de condena -que había sido promovido por distintas vías- otros esperaban la reafirmación soberana y coherente de la votaciones anteriores a favor de que se levante el bloqueo.
El sistema Melissa ha causado severos daños generalizados en República Dominicana, Haití, Jamaica, Bahamas, Bermudas y Cuba, incluyendo a más de cuarenta y cinco víctimas mortales en la región del Caribe (la mayoría en Haití), inundaciones, miles de desplazados, derrumbes de casas, puentes, pérdidas agrícolas, entre otros impactos que han dejado secuelas y mantienen a las autoridades de dichos países activas, evaluando daños y buscando soluciones viables a las emergencias.
Melissa en Cuba y la respuesta
El pueblo de la parte oriental de Cuba recibió los mayores impactos desde la noche del martes 28 y la madrugada del miércoles 29, sumándose estos a la marcada crisis económica, energética, sanitarias y sus implicaciones en otras áreas del diario vivir que ya vienen padeciendo por más de sesenta años, como consecuencia del bloqueo económico y comercial que mantiene los Estados Unidos.
Las provincias más afectadas son Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo, Camaguey, Las Tunas, y Holguín, cuyos pobladores tuvieron que afrontar y enfrentar con las manos vacías, a pura conciencia y voluntad, los embates ocasionados por intensas lluvias movidas por vientos sostenidos de 195 kilómetros por horas, que provocaron, según fuentes fidedignas desde Cuba, levantamiento y voladuras de techos, caída de paredes de concreto, árboles y otros objetos. La calma, la unidad en vecindad, la espera y confianza en las autoridades y el nivel de conciencia que nace y crece en la gente cuando sabe luchar en soberanía por sus derechos, y sobre todo la dignidad, han sido las respuestas con esperanza, porque un pueblo que ha vivido en resistencia innovadora con un bloqueo de esa magnitud durante más de sesenta años, saca las fuerzas necesarias para resistir por horas el paso de un huracán. Y, en medio de la catástrofe climática hubo razón para aplaudir.
El voto en la AGNU a favor de Cuba
Entre el 28 y 29 de octubre, especialmente, la atención de las autoridades y el pueblo cubano, así como de sus amigos en el mundo, estaba centrada en el huracán Melissa calificado como el más potente de la temporada hasta el momento y en la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se pedía una vez más el fin del bloqueo económico que Estados Unidos impone a Cuba desde 1960, endureciéndose en distintos momentos de la historia.
Esta es la trigésima tercera vez que, desde1992, la AGNU viene refutando cada año lo que ha constituido una violación a la Carta de las Naciones Unidas, obteniéndose el voto mayoritario y ejemplar a favor de que sea levantado el bloqueo.
La atención, a manera de preocupación y alerta, en esta ocasión la origina una soterrada pero visible campaña tendiente a reducir el voto favorable que se ha venido manifestando, durante años, de manera coherente por las naciones latinoamericanas, caribeñas y de otras regiones, apegadas al Derecho Internacional. Y, visto el contexto global y regional matizado por la compleja crisis internacional y las amenazas con el despliegue naval estadounidense hacia Latinoamérica y el Caribe, una región de paz.
Una aplastante mayoría reafirmó su voto pidiendo nueva vez el fin del embargo económico de Estados Unidos a Cuba. Aunque algunos se dejaron vencer, quizás no convencer, la mayoría se mantuvo: 165 votos a favor, 7 en contra (Ucrania, Paraguay, Macedonia del Norte, Israel, Hungría y Estados Unidos) y 12 abstenciones (Rumania, Polonia, Moldavia, Marruecos, Lituania, Letonia, Estonia, Ecuador, Chequia, Costa Rica, Herzegovina, Bosnia, Albania).
Esta votación es un respiro y una victoria frente a las devastaciones ocasionadas por el paso del huracán Melissa, a sabiendas que los impactos ocasionados por el bloqueo en todas las áreas del desarrollo de la nación caribeña no tienen comparación. El pueblo de oriente, el más afectado, se levantará. Y todo el pueblo cubano y los pueblos del mundo que se miran en ese espejo, acompañan solidariamente su lucha contra el bloqueo y su derecho a mejor calidad de vida.
En consecuencia y como una petición colectiva, esperamos que la Resolución de la AGNU que pide el fin del embargo a Cuba se cumpla, en el marco del Derecho Internacional, para que todos puedan hablar de paz en soberanía.