LA SOBERANÍA DOMINICANA ESTÁ EN CRISIS

Han pasado 181 años de aquel momento sublime de nuestra historia cuando un grupo de patriotas declaró la independencia y soberanía del pueblo dominicano, liberándose de la entonces ocupación de Haití, 27 de febrero de 1844. Posteriormente, obtuvimos la segunda independencia con la restauración de la República del dominio del imperio español, 16 de agosto de 1863.

Desde entonces, el camino de la libertad, la independencia y la soberanía ha sido andado por un pueblo que prefiere mil veces morir a ser esclavo. Estos altos ideales han sostenido a los dominicanos en épocas y alumbran nuestro presente y porvenir; quienes han abandonado estos ideales caen en el entreguismo de una patria libre y soberana que ha costado mucha sangre y sacrificio a verdaderos patriotas de distintas épocas.

Cabe recordar que desde principio del año nuestro Movimiento Izquierda Unida, a través de nuestro secretario general Miguel Mejía, iniciamos una campaña en defensa de nuestra soberanía; advertimos al país y al mundo que en nuestro país hay una crisis de soberanía y presentamos a la clase política dominicana y al movimiento social una propuesta llamando a construir un Frente Político Social por el Rescate de la Soberanía.

Lo que está sucediendo hoy lo habíamos advertido. Estamos ante a un hecho consumado de nuestra advertencia, lo que hace aún más grave la situación. El insólito Decreto 500-25 del Poder Ejecutivo denominando a uno de los carteles de la droga de los señalados por los Estados Unidos en su pretensión de urgar en las aguas territoriales del Mar Caribe, para agredir a Venezuela, no es otra cosa que darle un marco jurídico-legal para permitir el uso de nuestro espacio aéreo, marítimo y terrestre con fines consabidos. De hecho, inmediatamente Estados Unidos hundió una lancha en aguas dominicanas, bajo el pretexto de la lucha contra las drogas, lo que generó una protesta del gobierno colombiano.

RD obedece receta de EE.UU. para una Cumbre excluyente

No caben dudas de que la “decisión” del gobierno dominicano de excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela, en su derecho de participación, de la X Cumbre de Las Américas es una receta de los Estados Unidos de Norteamérica, repitiendo su mismo libreto en la Cumbre realizada en junio de 2022. Esa receta llegó al país con la visita del Secretario de Estado Marco Rubio, en febrero pasado, cuando no solo vino a calificar como anti humanos a países que han sido más generosos y respetuosos con el pueblo dominicano, en clara alusión a estas tres naciones hermanas que hoy vetan su derecho para asistir a la Cumbre. También cometió otras imprudencias y faltas a la legalidad del Derecho Internacional, en una actitud abiertamente injerencista ante la docilidad del gobierno dominicano, lacerando la soberanía nacional.

La justificación que esgrime el sello gomígrafo de los Estados Unidos que tiene el país como Canciller al declarar en un comunicado “asegurar que la convocatoria sea más amplia posible” es contradictoria a su decisión, debiendo ser más sinceros y afirmar que esa exclusión es procurando la presencia del presidente Donald Trump, poniendo al país como un Estado dócil y servil frente a los Estados Unidos de Norteamérica.

Lo que hace el gobierno dominicano con su decisión obligada por los Estados Unidos es como eliminar del mapa de Las Américas a tres naciones que tienen los mismos derechos que todas las demás. Y lo hace en un momento de tensiones en la región que demanda de la unidad y la defensa conjunta de Nuestra América, de propiciar diálogos para la paz en soberanía.

En vez de contribuir a la unidad y la paz en soberanía, el gobierno dominicano coloca al país en el extremo de la división, del irrespeto al derecho de todos, del retroceso en el histórico camino del sistema de cumbres que permite conocer, intercambiar experiencias, analizar las problemáticas en las agendas nacionales y globales para buscar soluciones conjuntas por el bienestar de los pueblos y un futuro compartido.

No está en cuestión la categoría de socio comercial de los Estados Unidos, lo que no debe ponerse bajo cuestionamientos es el Derecho Internacional, el respeto mutuo y la dignidad de los pueblos. Cuba, Nicaragua y Venezuela son naciones hermanas que merecen respeto. Una Cumbre hemisférica como esta, construida sobre la exclusión y la coerción está condenada al fracaso.

Desde nuestro Movimiento Izquierda Unida rechazamos enérgicamente la exclusión de estos tres países hermanosen su derecho a participar de la Cumbre de Las Américas, sustentado al entreguismo del gobierno dominicano a las recetas de los Estados Unidos. Rechazamos la injerenciaen nuestras decisiones soberanas. Alertamos al pueblo dominicano y a la sociedad en general sobre la crisis de soberanía por la que induce este gobierno a nuestra nación y reiteramos nuestro llamado público a conformar un Frente Político Social por el Rescate de la Soberanía Nacional, hecho el 23 de febrero de los corrientes en el marco de nuestra VII Asamblea Nacional de Dirigentes.

Octubre 1, de 2025.