En tributo a Amin Abel Hasbún a 55 años de su asesinato.
AMÍN FUE ASESINADO EN PLENA CELEBRACIÓN RELIGIOSA
55 años de un crimen impune
Amín Abel Hasbún fue vilmente asesinado por agentes policiales al servicio del régimen del entonces presidente Joaquín Balaguer, el 24 de septiembre de 1970, en su propia vivienda y en presencia de su familia, su esposa e hijo menor de edad, mientras el pueblo cristiano dominicano celebraba la tradición religiosa del Día de Nuestra Señora de Las Mercedes.
Hoy, ante las turbulencias y conflictos que amenazan nuestro continente y los pueblos de Nuestra América, como consecuencia de las pretensiones y agresiones hegemónicas de los Estados Unidos de Norteamérica en su disputa por el control del mundo, con su despliegue naval en el Caribe, justificándose en una supuesta lucha contra el narcotráfico, las ideas revolucionarias y progresistas de este joven luchador se multiplican en miles y miles de hombres y mujeres que reivindican su ejemplo defendiendo la autodeterminación de los pueblos, la independencia y soberanía de las naciones amantes de la paz verdadera.
Cada 24 de septiembre, desde 1970, resuena el eco agudo de las voces que claman justicia por un crimen cuyos autores materiales e intelectuales son permanentemente señalados por el pueblo dominicano como responsables directos de este horrendo asesinato que terminó con la vida de un joven, ejemplo de honestidad, de ética y moral revolucionarias, de dignidad, de sacrificio y vocación de servicio a la Patria. Y como tal, negación de los que hoy, denigran los valores humanos, la ética y la moral con inconductas que están empañando la esencia humana de la sociedad dominicana y la institucionalidad.
Los hacedores de justicia, a todos los niveles, de esa justicia que se ha manejado durante estas más de cinco décadas con oídos sordos y ceguera interesada, saben perfectamente que los señores Tucídedes Martínez, fiscal actuante, y el raso Hermógenes López Acosta, son los señalados directamente por el pueblo dominicano como los autores materiales e intelectuales de la muerte de Amín Abel Hasbún, y deben recibir el peso de la ley, por esa acción bochornosa, fruto de la intolerancia y las modalidades de criminalidad que todavía tienen sus raícesen nuestra sociedad.
¿Podría la justicia dominicana, demostrar, con algún hecho completo de aplicación de ley y el debido proceso, que es verdaderamente independiente? Este caso, por citar solo uno, podría ser el ejemplo. Y no se puede alegar falta de pruebas, desde la fecha de este hecho, solo el testimonio de Mirna, la esposa de Amín, que presenció la ejecución de su compañero, debe bastar para aplicar justicia, además de la declaración de los esbirros que no podrán negar ni camuflar su vil acción que no debe seguir encubierta por la impunidad.
La historia de vida de Amín Abel Hasbún describe a un joven ejemplar, un revolucionario a carta cabal, dedicado al estudio, a la defensa de los derechos humanos, la promoción de la justicia social, combatiente en la guerra de abril de 1965, activo participante en la lucha anti trujillista y contra los doce años de Balaguer. Fue perseguido y encarcelado, estando en la cárcel escribió el libro “América Latina busca su camino”, en que insistía que nuestra américa y cada país en lo particular tiene que elaborar su propia línea política revolucionaria, según su historia y realidad,
Un hijo de esta Patria cuya independencia y soberanía es el fruto del sacrificio y la sangre abonada por distintas generaciones, desde Juan Pablo Duarte y sus compañeros independentistas, Luperón, Caamaño, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, Aniana Vargas y muchos otros patriotas, héroes y heroínas que se entregaron hasta el final de sus días por la libertad y la democracia que vamos construyendo.
Ese ejemplo de Amín vive, es motivación para las generaciones de hoy y venideras que asumen el compromiso de continuar su legado vibrante en las páginas de nuestra historia, inspirando a los defensores de nuestra Patria independiente y soberana, libre de toda potencia extranjera.
En estos 55 años de su asesinato, reafirmamos el clamor junto a tantas voces por que cese la impunidad y los culpables señalados sean sometidos a la justicia y al rigor de la ley. Reafirmamos su legado, y nuestro homenaje perpetuo en el Comité Provincial de nuestro Movimiento Izquierda Unida, en Salcedo, Provincia Mirabal, que se honra con su nombre: Amín Abel Hasbún.
COMISIÓN POLÍTICA.
Septiembre 23, de 2025.
Organización Popular, Democrática y Revolucionaria