El decreto 500-25
El pasado martes 2 de los corrientes el presidente Luís Abinader declaró, mediante el decreto 500-25, al denominado Cartel de los Soles como una “organización terrorista”. El comunicado de prensa difundido desde la Presidencia de la República indica que “la decisión obedece a que la Constitución dominicana establece como objetivo de alta prioridad el combate de las actividades criminales transnacionales que pongan en peligro los intereses del país, así como la paz, estabilidad y seguridad nacional y regional. Asimismo, coordinar con las instancias multilaterales apropiadas las acciones necesarias para que se adopten, en el marco del derecho internacional, las sanciones y medidas de cooperación que resulten pertinentes contra dicho grupo terrorista”.
Esta decisión del Gobierno dominicano precede a la que la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump a través de su Departamento del Tesoro califica a dicho grupo de la misma forma. De inmediato comenzaron a circular varias opiniones por distintos medios, aludiendo si tal decisión obedece a una petición de los Estados Unidos, que de ser así es una violación a la soberanía nacional; otras, aludiendo que no hay precedentes en el país de ese tipo de decisión específica mediante un decreto del poder ejecutivo, entre otras opiniones marcadas mayormente por interés político en el marco de la “guerra pre electoral” que se ha montado en el país al margen de la normativa correspondiente.
El referido decreto llamó poderosamente nuestra atención y nos pareció estar leyendo una de las órdenes ejecutivas del presidente estadounidense, de esas que han estado saliendo con una dinámica acelerada desde el 20 de enero pasado; pero, una cosa son las leyes en los Estados Unidos de Norteamérica y otra son las leyes en la Patria de Juan Pablo Duarte y sus compañeros independentistas, quienes, como parte del legado para las generaciones se fijo en la mente de los dominicanos la frase “Nuestra Patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera o se hunde la Isla.” Y al día de hoy, la repiten hasta los niños.
Nuestra reflexión al respecto estuvo centrada en la interrogante ¿por qué se declara como “organización terrorista” solo a uno de los carteles designados recientemente como organizaciones terroristas por los Estados Unidos? En febrero pasado, el presidente Trump firmó una orden indicando al Pentágono que comience a utilizar la fuerza militar contra determinados grupos criminales señalados como bandas, pandillas y carteles latinoamericanos de la droga sin que en ese momento la opinión pública internacional supiera con certeza cuál de esas organizaciones se tomaría como objetivo ni los planes y/o lugares para posibles acciones militares.
Entre los grupos señalados están: El Cartel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Noroeste, el Cártel del Golfo, La Nueva Familia Michoacana, estos cinco en distintos estados de México; el Tren de Aragua, con origen en Venezuela, La MS-13, vinculada a El Salvador, así como el Cártel de Los Soles, vinculándolo a Venezuela y a su presidente. (Quizás hayan agregado otros a la lista).
Como podemos ver, llama la atención que habiendo los Estados Unidos señalado a estos grupos como “organizaciones terroristas” en la región y anunciado su plan contra los cárteles de la droga en la región de Latinoamérica y el Caribe, el Gobierno dominicano sólo ponga su mirada en el Cártel de Los Soles, como si, apoyando el plan estadounidense, que en su justa realidad debe ser apoyado por todas las naciones que combaten desde su suelo y aguas territoriales el crimen organizado y el terrorismo, actúe parcializado como si los demás cárteles señalados no tuvieran el mismo “peligro” para la seguridad nacional. ¡Qué paradoja!
De igual forma, llama la atención que el Gobierno dominicano no se haya manifestado mediante un decreto frente a las bandas criminales que vienen operando en la vecina República de Haití, ocasionando el caos y la ingobernabilidad que el mundo conoce y que, dada la cercanía territorial constituyen la mayor amenaza para la seguridad del territorio dominicano, por su suelo, agua y cielos.
Estados Unidos ofreció recientemente una recompensa por la captura de uno de los criminales más peligrosos de Haití, el jefe de la banda terrorista Jimmy Barbecue. ¿Esta banda y este señor no constituyen amenaza para la seguridad nacional de República Dominicana?
Todos estamos contra el terrorismo y el narcoterrorismo; contra el narco poder. La seguridad territorial y ciudadana es prioridad de Estado. En este contexto, el pueblo dominicano estará esperando el decreto 501-25.