Con el ataque a una lancha en aguas dominicanas, RD profundiza su línea de adhesión a la política exterior de EE. UU.
Por Osvaldo Santana
La República Dominicana profundizó su adhesión total a la política exterior de Estados Unidos, más allá del mero discurso, al participar en un operativo conjunto con la Armada norteamericana, al atacar una lancha, supuestamente con un cargamento de drogas, en aguas dominicanas.
En una operación sin precedentes, a 80 millas de la isla Beata, Pedernales, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y el Comando Sur de los Estados Unidos, atacaron la embarcación, de la misma forma que ya lo había hecho la Armada norteamericana contra al menos dos lanchas en aguas cercanas a Venezuela.
Se habla de 3 personas fallecidas, pero no se refiere ningún intento de interdicción o detención de los supuestos ocupantes de la embarcación, lo que sugiere que los ocupantes de la embarcación fueron ejecutados de manera extrajudicial.
El colmo de los colmos es que la DNCD resalta la operación como un acto sin precedente entre EE. UU. en las aguas nacionales, y la ministra de Interior, Faride Raful deja en manos de la Casa Blanca las explicaciones de rigor.
Desde los primeros días de este gobierno, durante la administración de Joe Biden, el presidente Luis Abinader proclamó su adhesión a la política exterior norteamericana, con énfasis en Latinoamérica y a nivel global. Ahora es la continuidad de la misma política.
Tras el cartel de los Soles
Ahora, el pasado 2 de septiembre, el presidente Luis Abinader emitió el decreto 500-25, mediante el cual declaró el denominado “Cartel de los Soles” como organización narcoterrorista, en correspondencia con igual medida adoptada por Estados Unidos. Precisamente, el mismo cartel que la administración de Donald Trump identifica como un instrumento terrorista que asocia al Estado venezolano para dañar a su país.
Y efecto, dispuso perseguirlo. Despachó buques de guerra a las cercanías de Venezuela para supuestamente interceptar sus operaciones. Ya el mismo presidente Trump ha dado cuenta de que ha hundido dos lanchas que atribuye al llamado “Cartel de los Soles”.
Al suscribir el decreto 500-25 sobre el cartel de los Soles, un ente del cual se desconoce su operación en República Dominicana era inevitable que se pensara que estaba orientado a formalizar cualquier acción conjunta con Estados Unidos en la región, y obviamente, el foco está puesto contra Venezuela.
El decreto 500-25 que declara el cartel de los Soles como organización terrorista, dice: “ARTICULO 1. Se designa como organización terrorista al grupo armado Cartel de los Soles.”
Y se “instruye a los organismos de inteligencia y seguridad del Estado a adoptar las medidas apropiadas para prevenir las incursiones del grupo antes indicado en el territorio nacional, o en contra de intereses dominicanos en el exterior. PARRAFO. Se instruye al Ministerio de Relaciones Exteriores comunicar esta designación a los organismos internacionales competentes y a los socios estratégicos de República Dominicana. Asimismo, coordinar con las instancias multilaterales apropiadas las acciones necesarias para que se adopten, en el marco del derecho internacional, las sanciones y medidas de cooperación que resulten pertinentes contra el grupo terrorista designado en este decreto”.
Sobre Venezuela
Abinader ha seguido todas las políticas norteamericanas contra Venezuela, convencidode que coincide con sus valores, como la defensa a los derechos humanos, la transparencia, el progreso económico y la libre elección.
En esa perspectiva, se abanderó con la oposición venezolana en unos términos que condujeron a una confrontación directa con el gobierno de Venezuela, tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio de 2024 en ese país. República Dominicana se convirtió en el centro de operaciones de la oposición venezolana y de los gobiernos del continente, liderados por Estados Unidos, que denunciaron fraude en esas elecciones. Este protagonismo dominicano condujo al rompimiento de las relaciones con Venezuela.
Este año 2025, y tras la muerte del cantante Rubby Pérez, el presidente Nicolás Maduro, refirió que un grupo de dominicanos le había pedido la reanudación de los vuelos entre Santo Domingo y Caracas, y que él acogía esa solicitud, pero el presidente Abinader respondió que eso había que someterlo a estudio, y jamás se ha referido al tema.
Nada extraño en materia de política exterior
Nada que extrañar sobre el involucramiento del gobierno dominicano en esta campaña de Estados Unidos, contra el supuesto tráfico de drogas en aguas cercanas a Venezuela. Vendría a ser la continuación de su línea de política exterior.
Debe recordarse que, en junio de 2021, el gobierno dominicano se vio envuelto en una confrontación con el gobierno de Nicaragua, por una vibrante censura del canciller Roberto Álvarez, en Twitter (X), al gobierno de Daniel Ortega por la detención de los precandidatos Cristiana Chamorro y Arturo Cruz.
Las críticas del canciller merecieron una fuerte reacción del ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, que encendieron las ya tensas relaciones entre los dos países.
“…protestamos enérgicamente en nombre de la decencia, la soberanía, la no intromisión, no injerencia, y no interferencia, que de acuerdo con todas las Cartas Internacionales que rigen la vida soberana entre los Estados, nos debemos. El pueblo y gobierno de Nicaragua exigen al Gobierno de la República Dominicana, respetar nuestra soberanía nacional, así como los procesos constitucionales, institucionales, legales y nacionales, que desarrollamos según nuestros conceptos y prácticas soberanas, de estado y de gobierno”.
Era la continuación de una polémica nada ajena a los Estados Unidos que denunciaba al gobierno de Nicaragua por una investigación del Ministerio Público contra dos precandidatos.
Desde el discurso inaugural de 2020
En la política exterior, el gobierno nacional no ha dudado ni un instante en su alineación a las directrices estadounidenses, tanto, que, en el discurso inaugural del 2020, Abinader adelantó que jamás permitiría inversión de la República Popular China en lo que considera ejes de “seguridad estratégica”, como comunicaciones, aeropuertos y puertos y energía, reservadas al capitalismo occidental liderado por Estados Unidos.
En octubre de ese mismo año fue más preciso: “Si China quiere invertir en áreas no estratégicas del Gobierno dominicano es bienvenida su inversión, pero la decisión del Gobierno dominicano es tener una alianza estratégica con los Estados Unidos. Repito.
Hemos sido claros en esta posición. Mi posición es que nosotros necesitamos estar en temas de alianzas estratégicas con los Estados Unidos. Una relación especial de respeto, porque tenemos los mismos valores”.
Más recientemente, el decreto, y ahora el operativo conjunto con la Armada norteamericana, coincide con una cacería de comerciantes chinos en el país, a los cuales les han cerrado sus negocios, al menos a doce, por supuestos vicios de construcción en las infraestructuras que ocupan, a veces alquiladas, por supuestas evasión impositiva y subvaluación de mercancías.
La ya silenciada ADD
Para darle mayor coherencia a su política exterior y alguna autenticidad, el gobierno dominicano fue parte de un proyecto durante la administración de Biden para impulsar una nueva asociación de estados con visiones parecidas acerca de los propósitos estratégicos de una corriente que asimila abiertamente su profesión de fe en el modelo norteamericano.
Sin ausentarse de organismos como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la administración Abinader impulsaba su propia estrategia, intensamente agresiva, de alineación consonante con gobiernos y/o países previamente identificados.
Es en ese contexto que se formuló la natimuerta Asociación para el Desarrollo en Democracia (ADD), un ejercicio de “reposicionamiento internacional y alianzas estratégicas”.
La ADD nació en el marco de una asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, en septiembre de 2021, en Nueva York, mediante una declaración conjunta de los presidentes de Costa Rica, Panamá y República Dominicana, en la que expresaron su compromiso con el estado de derecho, la institucionalidad democrática y el respeto y protección de los derechos humanos.
En esa reunión proclamaron el objetivo de “fomentar iniciativas conjuntas que redunden en la prosperidad, el desarrollo sostenible y la reactivación de nuestras economías…” y acordaron “impulsar una propuesta regional para relanzar los vínculos comerciales, demográficos y culturales entre los países de la región”. (Alianza para el Desarrollo en Democracia, Miguel Marte, documento de la Cancillería Dominicana).
Con la administración de Trump, la alineación de la República Dominicana con Estados Unidos, se ha acrecentado…
PRESIDENTE PETRO Y LANCHA
El presidente colombiano, Gustavo Petro, se refirió la noche de este lunes 22 de septiembre a la destrucción en aguas del mar Caribe de una lancha que supuestamente transportaba droga, acción que se atribuyeron Estados Unidos y República Dominicana.
El mandatario dijo que “si la lancha fue hundida en República Dominicana, entonces es posible que fueran colombianos” las tres personas que iban a bordo.
En un mensaje que colgó en su cuenta de X, también expresó: “Esto significa que funcionarios de EE. UU. y República dominicana, serían culpables de asesinato de ciudadanos colombianos”.
Reclama investigación
Pidió que se haga una investigación del caso: “Qué la investigación avance, y que las madres de jóvenes desaparecidos para esos días denuncien ante las autoridades”.
“No hay norma en ningún derecho que permita tirar misiles a lanchas con jóvenes desarmados en el mar. Cualquiera que sea su actividad”, concluyó su post, en respuesta a una publicación del medio colombiano RCN Noticias.