Claudia Sheinbaum
Encontrarnos en este país como invitado al XXVIII Seminario Internacional “Los Partidos y una Nueva Sociedad” que cada año organiza el Partido del Trabajo -PT-bajo el liderazgo del senador Alberto Anaya Gutiérrez, nos ha permitido tener un contacto directo con dirigentes de esta y otras fuerzas políticas y sociales, con la actual coyuntura que vive el pueblo mexicano y sus perspectivas con el nuevo gobierno de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” que integran el PT, el Movimiento de Regeneración Nacional -MORENA- y el Partido Verde Ecologista -PVEM-que en las elecciones de junio pasado obtuvieron la victoria electoral con 35,924,519 votos.
Este 1 de octubre asume la presidencia en México la primera mujer en los más de doscientos años de historia republicana, un hecho que ha concitado la atención de los propios mexicanos y del mundo, de diversos sectores de la vida nacional y sobre todo de las mujeres mexicanas y que consideran de gran relevancia histórica y política por las propias características de este país asediado por el narco poder, el crimen organizado, la inseguridad ciudadana, la corrupción, la migración, entre otros aspectos nodales que ha tenido que enfrentar el mandatario saliente Andrés Manuel López Obrador, al mando de un país que representa la segunda economía más competitiva de América Latina y el Caribe.
Cabe destacar que, en octubre de 1953, como resultado de una reforma a la Constitución Política, por primera vez las mexicanas tuvieron derecho al voto y a ser electas para cargos populares; desde entonces, 71 años después, tienen la oportunidad de postularse y hoy una de ellas asume el poder político en México. Claudia fue electa el 2 de junio pasado con un total de 59.7% del electorado a su favor; y, pese a que algunos sectores guardan reservas sobre lo que sería su mandato como mujer ante la compleja situación política, económica y social que ha vivido el pueblo mexicano en los últimos años, ella muestra un nivel de seguridad y confianza en sí misma que también transmite a su pueblo y a las mujeres, cuando ha expresado en varias ocasiones: “Es tiempo de mujeres transformadoras” “México está listo para una presidenta, para una astronauta, para una ingeniera. Las mujeres mexicanas estamos listas desde hace mucho tiempo.” Su visión descrita en los “cien pasos para la transformación” promete que su gestión estará enfocada en una estrategia de seguridad continuando el enfoque de López Obrador. Y que pondrá énfasis en lo social.
En este contexto, hay quienes hablan de la continuidad de la “Cuarta Transformación” (4T), iniciada por Andrés Manuel López Obrador. La 4T, de acuerdo con analistas políticos supone un cuarto capítulo de profundos cambios sociales de la vida nacional pública de México. ¿o de una “Quinta Transformación” por Claudia? La situación heredada por AMLO de su homólogo Enrique Peña Nieto apuntaba, entonces, a reorientar a México hacia el rumbo del escenario regional y global, debiendo redefinir su estrategia económica en el marco de su reposicionamiento y su competitividad ante las crecientes demandas de la sostenibilidad, así como sus relaciones internacionales, sobre todo con Estados Unidos, en el marco de una geopolítica en permanente cambio.
Frente a los retos y desafíos del mundo de hoy, frente a la coyuntura actual de América Latina y la embestida de los Estados Unidos de Norteamérica hacia los países con gobiernos progresistas que pretenden frenar su avance hacia el mundo multipolar en marcha, no hay dudas de que la nueva mandataria de México juramenta este martes ante un enorme reto para su pueblo y para toda la región. Su planteamiento como promesa de campaña, es claro que representa la continuidad de la Cuarta Transformación que, según sus principios, procura construir un cuarto capítulo de cambios profundos en México que tiene como referente la Independencia de la Corona Española, de 1810 a 1821, la Reforma (de 1858 1 1861), liderada por el entonces presidente Benito Juárez, y la Revolución Mexicana que terminó con la dictadura de más de tres décadas del expresidente Porfirio Díaz.
Su planteamiento de cien puntos que delinearían su propuesta de gobierno sintetizada bajo el slogan “República segura y con justicia” abarca temas de seguridad, economía, programas sociales y ambientales, consolidación de la Guardia Nacional, Fortalecimiento de la inteligencia y la investigación, coordinación con policías y fiscalías estatales y Fiscalía General de la República, Reforma al Poder Judicial, educación gratuita y científica, entre otros, representa una acertada visión de cómo seguir conduciendo los destinos del pueblo mexicano, en el marco de las garantías de respeto a la institucionalidad y soberanía, gobernando en base a las leyes de México, sin recetas ni injerencia extranjera.
Desde esta columna le deseamos éxitos a la primera mujer presidente de México, Claudia Sheinbaum.